1
Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados
los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; 3 Pues no
hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy
guardados tus mandamientos. 5 !Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar
tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus
mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos
juicios. 8 Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente.
MEDITACIÓN
Este celebre Salmo, el más extenso de todos, tiene varias
particularidades. Está dividido en veintidós estrofas, señaladas por las veintidós
letras del alfabeto hebreo (acróstico). Cada una posee ocho versos. El contenido
principalmente es de exaltación a la palabra de Dios. Hay solo dos versículos (122,
132) que no tienen algún término o descripción de la palabra de Dios. Cada sección
tiene al menos seis sinónimos de la palabra ley (testimonio, precepto, juicio,
mandato, estatuto, palabra, camino). Hoy muchos creyentes procuran vivir la
vida cristiana sin principios bíblicos sino conforme a sus intereses y sus
deseos personales. El poeta se esfuerza por inculcar (repite “bienaventurado”)
que la única felicidad que realmente satisface es la que viene de una comunión intima
y personal con Dios. “Camino y andan” se refieren a un estilo de vida, no solo
un sentimiento pasajero. El salmista combina la palabra de Dios con los hechos
de la vida cotidiana. La frase “con todo el corazón” es característica del
Salmo (10, 34, 58, 69). En tu vida, te podrás avergonzar de muchas cosas, pero jamás
de haber obedecido la voluntad de Dios ni de una vida santa.
APLICACIÓN
1.
¿Es el orden una cualidad de tu andar cristiano?
2. ¿Dónde termina
el camino que estas siguiendo hoy?
3. ¿Qué palabra
describe mejor tu experiencia con Dios, “bienaventurado” o avergonzado?
La palabra de
Dios, sin lugar a dudas, cuando es leída, meditada y aplicada por el creyente a
su vida cotidiana, esta se encarga de ordenar su andar, llegando a ser su
caminar un estilo de vida y no una emoción momentánea. Actúa en nuestras vidas
para ordenar nuestros caminos, y mientras más tiempo pasamos meditando en ella
y la obedecemos, entonces serás bienaventurado. Unos de nuestros mayores
problemas es creernos que nos la sabemos todas, y que no necesitamos la Biblia.
Debemos reconocer nuestra necesidad de la palabra de Dios. Bienaventurado serás
y no avergonzado cuando la Biblia sea tu delicia.
Bendiciones e Cristo.
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