¿ANDAREMOS COMO CHIVOS SIN LEY?

SALMOS 119:33-40
33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia. Vau

MEDITACIÓN  
“¿Trajiste el mapa? ¿Dónde estamos?” dicen con nerviosismo muchos conductores o viajeros a sus acompañantes cuando se pierden. A veces lo dejan de lado por olvido, porque prefieren escoger la ruta que les parece o porque confían en su experiencia. Es curioso que mucha gente que viaja siga perdiéndose, pese a que existen infinidades de mapas y aun tecnología de precisión para seguir rutas. El problema no son los mapas, sino quienes no lo usan. En el pasaje de hoy el salmista da clara señales de sumisión total a la guía de la palabra de Dios para la vida. Siete versículos empiezan con un verbo imperativo (en hebreo) y el 40 lo tiene en la segunda parte. No te confundas; pedirle ayuda y guía a Dios no te exime de responsabilidad. No necesitas solo conocer tu camino, sino además un corazón para andar por él. “La senda de tus mandamientos” no es cuestión de obediencia legalistas a las leyes arbitrarias, sino un estilo de vida de hábitos piadosos. Observa los términos que hacen referencia a una actitud legítima y sincera (“todo corazón”, “mi voluntad”, “te teme”, “anhelado”). Si eres de los creyentes despistados, es hora de volver a buscar el mapa y examinar tu rumbo.

APLICACIÓN
1.   ¿Es la guía de Dios algo que anhelas para tu vida? 
2.   ¿Hace cuanto que abandonaste el mapa de la voluntad de Dios?
3.   ¿Te perdiste otra vez?
4.   ¿Esta Dios confirmando su palabra contigo?

¿Has escuchado alguna vez la frase “andas como chivo sin ley”? Es aquella persona que no rinde cuenta a nadie de lo que hace, que no respeta las leyes, que se cree sabio en su propia opinión, en fin alguien que no tiene temor de Dios. Como hijos de Dios y ciudadanos del cielo los que hemos creído en Cristo como nuestro señor y salvador no debemos “andar como chivos sin ley”. Debemos guiarnos por el mapa de Dios “La Biblia”. La palabra de Dios es el mapa al cual debemos acudir para ver si vamos en la dirección correcta hacia la voluntad de Dios para nuestra vida, y así no desviarnos de ella. Tristemente hacemos a un lado la palabra de Dios, creyéndonos sabios en nuestra propia opinión, y como consecuencia las cosas siempre terminan mal; nos extraviamos del camino y la voluntad de Dios. Es necesario que cada día permitas que Dios confirme su palabra contigo para que seas librado de pecar contra Dios, y puedas, bajo el control de Espíritu vivir en completa sumisión a su palabra.
Bendiciones e Cristo.  

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