1 Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas; 2 Porque ha
inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días. 3 Me
rodearon ligaduras de muerte, Me encontraron las angustias del Seol; Angustia y dolor había yo hallado. 4 Entonces invoqué el nombre de Jehová,
diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma. 5 Clemente es Jehová, y justo; Sí,
misericordioso es nuestro Dios. 6 Jehová guarda a los sencillos; Estaba yo
postrado, y me salvó. 7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te
ha hecho bien. 8 Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de
lágrimas, Y mis pies de resbalar.
9 Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes. 10 Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera. 11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. 12 ¿Qué pagaré a Jehová Por todos sus beneficios para conmigo? 13 Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová. 14 Ahora pagaré mis votos a Jehová Delante de todo su pueblo.
9 Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes. 10 Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera. 11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. 12 ¿Qué pagaré a Jehová Por todos sus beneficios para conmigo? 13 Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová. 14 Ahora pagaré mis votos a Jehová Delante de todo su pueblo.
MEDITACIÓN
Nadie
desearía pasar por una situación límite o crisis donde todo parece tener un efecto
embudo y el panorama no puede ser peor. Pero todos las tuvimos alguna vez. En esta
oportunidad, el salmista se sentía con la soga al cuello y bajo verdadero
peligro. El salmo no parece ser obra hecha por un profesional para una ceremonia
o servicio, más bien indica toda la franqueza de una fe vivida en medio de los
problemas de la vida cotidiana. La alabanza de Dios puede expresar mucha teología;
aquí es teología experimentada, pues el salmista experimento la gracia, la
justicia y la compasión de Dios (v.5). Los tiempos de presión y crisis suelen
poner al descubierto lo que hay en tu corazón; reflexiona y aprende, deja que
Dios te forme. El escritor reconoce que el auxilio que recibió de parte de Dios
no fue por su propio merito, pues se identifica con los sencillos, Dios no hace
acepción de personas (Romanos 2:11), favorece tanto a los mas entendidos o
sencillos.
APLICACIÓN
1. Si te encuentras postrado
y rendido por la adversidad, tienes que saber dos cosas: ¡eres humano y el
primer candidato para que Dios te levante! (Salmos 37:4).
2. No te alejes de su mano
tierna, el no te va hacer daño, sino bien (v.7).
3. Si la angustia y el dolor
te sorprendieron y hundieron ¿No será para que mires para arriba? Recuerda: Jehová
guarda a los sencillos.
Casi todos hemos pasado por situaciones y momento de grande adversidad en el que si la mano de Dios no interviene caemos y quedamos en el suelo. El fallecimiento de mi padre hace casi dos años, para mi fue difícil asimilarlo, fue tan grande la angustia y el dolor, porque fue algo sorpresivo e inesperado. Me sentía hundido, desconsolado, pero Dios, que aunque no lo sentía así, estaba a mi lado para levantarme. Nunca desechare la mano de Dios. Cuando este en angustia y dolor mirare a mi Dios. Bendiciones en Cristo...
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