PROCURAD LA PRESENCIA DE DIOS

SALMOS 119:57-64
57 Mi porción es Jehová; He dicho que guardaré tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios. 60 Me apresuré y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61 Compañías de impíos me han rodeado, Mas no me he olvidado de tu ley. 62 A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios. 63 Compañero soy yo de todos los que te temen Y guardan tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; Enséñame tus estatutos. Tet

MEDITACIÓN
Unas de las cosas más temidas e indeseables es enfrentar la soledad. El salmista se encontraba rodeado de gente; pero solo. Tu suplica por experimentar la presencia de Dios debe ser un acto de corazón entero y rendido delante del Señor. El tiene mucho más que darte que una sensación de bienestar; puede darte descanso y fortaleza (Éxodo 33:14-15; Salmos 138:3). Esto debe estar acompañado de un riguroso auto examen que te ayude a enderezar la dirección de los pasos de tu andar cristiano. Las promesas y los principios Bíblicos son recursos permanentes e inagotables, pero el tiempo no. Tú eres el primer perjudicado al postergar una buena decisión; apresúrate en tomarla. Siempre será más fácil hallar socios para el pecado, pero eso no significa que no haya creyentes fieles y temerosos de Dios con los cuales puedas formar una amistad piadosa. Dios no puede bendecir el aislamiento cristiano como tampoco un comportamiento infantil que rehúsa identificarse e integrarse con otros creyentes. El deleitarse en compañía de ellos es evidencia de pertenencia. Tu responsabilidad es congregarte fielmente en una iglesia local, tener comunión y compartir con tus hermanos en Cristo.

APLICACIÓN
1.   ¿Cuándo fue la última vez que experimentaste la presencia de Dios en tu vida?
2.   ¿Hace cuanto que vienes postergando una buena decisión? 
3.   ¿Quiénes son tus compañeros?

Es maravilloso experimentar la presencia de Dios en nuestra vida, es una experiencia de lo más alto experimentar la llenura del Espíritu Santo, es sentir a Dios actuando por medio de ti. Lastimosamente una vez que el pecado entra en tu vida, se arruina esa comunión tan grata entre tú y Dios, se apaga el Espíritu, se entristece porque no compagina con el pecado. Pero recuerda Dios te perdona si confiesas con corazón sincero y arrepentido a él tu pecado. Muchas veces no solo postergamos las buenas decisiones, sino que de hecho no hacemos buenas decisiones porque no nos encomendamos a la voluntad de Dios, y más aun, no somos constante en mantener la marcha en las decisiones tomadas porque no nos ponemos en dependencia de Dios, sino que nos confiamos en nuestras propias fuerzas. Lo más saludable para ti como hijo de Dios es que puedas rodearte siempre de creyentes genuinos y temerosos de Dios, que puedan aportar a tu crecimiento espiritual y tú al de ellos. Congrégate en una iglesia local, es el lugar donde encontraras esos compañeros que necesitas.      

Bendiciones en Cristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario